En el vasto entramado del arte contemporáneo, la subjetividad y la autorreferencia se erigen como pilares esenciales. En un mundo donde la información se entrelaza de manera inabarcable y las referencias se multiplican sin cesar, el arte se convierte en un espejo fragmentado que refleja no una, sino infinitas posibilidades. No existe una línea única, un camino recto que defina lo que es bello, verdadero o relevante. Lo estilístico se disuelve en un mar de pluralidad, donde cada obra es un punto de luz en un universo expandido de significados.
En este caleidoscopio, la interpretación cobra una importancia vital. El arte no es una entidad cerrada; es un diálogo abierto, un objeto compartido entre el creador y el espectador, entre el que sueña y el que escucha. En la música, este intercambio es aún más palpable: es vibración y silencio, una danza invisible que atraviesa el tiempo y el espacio, que toca a cada ser de manera única, moldeada por sus experiencias, memorias y anhelos.
Así, el arte se redefine constantemente en este terreno infinito de información y sensaciones, donde la única constante es la pluralidad y la necesidad de encontrar, en medio de ese caos fecundo, una chispa de autenticidad, una voz que, aún en su singularidad, resuene en la vastedad del todo.En el vasto entramado del arte contemporáneo, la subjetividad y la autorreferencia se erigen como pilares esenciales. En un mundo donde la información se entrelaza de manera inabarcable y las referencias se multiplican sin cesar, el arte se convierte en un espejo fragmentado que refleja no una, sino infinitas posibilidades. No existe una línea única, un camino recto que defina lo que es bello, verdadero o relevante. Lo estilístico se disuelve en un mar de pluralidad, donde cada obra es un punto de luz en un universo expandido de significados.
En este caleidoscopio, la interpretación cobra una importancia vital. El arte no es una entidad cerrada; es un diálogo abierto, un objeto compartido entre el creador y el espectador, entre el que sueña y el que escucha. En la música, este intercambio es aún más palpable: es vibración y silencio, una danza invisible que atraviesa el tiempo y el espacio, que toca a cada ser de manera única, moldeada por sus experiencias, memorias y anhelos.
Así, el arte se redefine constantemente en este terreno infinito de información y sensaciones, donde la única constante es la pluralidad y la necesidad de encontrar, en medio de ese caos fecundo, una chispa de autenticidad, una voz que, aún en su singularidad, resuene en la vastedad del todo.
In the vast fabric of contemporary art, subjectivity and self-reference stand as essential pillars. In a world where information intertwines endlessly and references multiply without limit, art becomes a fragmented mirror reflecting not one, but infinite possibilities. There is no single line, no straight path that defines what is beautiful, true, or relevant. The stylistic dissolves into a sea of plurality, where each work is a point of light in an ever-expanding universe of meanings.
In this kaleidoscope, interpretation takes on vital importance. Art is not a closed entity; it is an open dialogue, a shared object between the creator and the spectator, between the dreamer and the listener. In music, this exchange is even more palpable: it is vibration and silence, an invisible dance that crosses time and space, touching each being uniquely, shaped by their experiences, memories, and desires.
Thus, art constantly redefines itself in this infinite realm of information and sensations, where the only constant is plurality and the need to find, amid this fertile chaos, a spark of authenticity, a voice that, even in its singularity, resonates within the vastness of the whole.
Cuentos del andar (2024)
David Paredes nos invita a una experiencia auditiva inigualable con su álbum "Cuentos del Andar". A través de esta obra, compuesta e interpretada por Paredes, somos testigos de una odisea sonora que desafía las convenciones al tejer una estructura narrativa única mediante el uso de timbres y sonidos poco convencionales.
Este álbum completo es una travesía completa en sí misma, donde Paredes despliega su habilidad instrumental para crear un paisaje sonoro cautivador. A lo largo de la obra, cada sonido cuenta su propia historia, guiándonos a través de una experiencia auditiva que va más allá de lo habitual.
"Cuentos del Andar" se destaca como un testimonio de la maestría de Paredes en la creación de narrativas sonoras. En este álbum, la música se convierte en la guía de un viaje introspectivo, expresando emociones de manera única y sin necesidad de palabras grandilocuentes.”
"David Paredes invites us to an unparalleled auditory experience with his album 'Cuentos del Andar' (Tales of the Walk). Through this work, composed and performed by Paredes, we become witnesses to a sonic odyssey that challenges conventions by weaving a unique narrative structure through the use of unconventional tones and sounds."
This entire album is a complete journey in itself, where Paredes unfolds his instrumental skill to create a captivating sonic landscape. Throughout the piece, each sound tells its own story, guiding us through an auditory experience that transcends the ordinary.
"Cuentos del Andar" stands out as a testament to Paredes' mastery in creating sonic narratives. In this album, music becomes the guide to an introspective journey, expressing emotions in a unique way without the need for grandiloquent words."
Sesgos de Memoria (2022)
Sesgos de Memoria es una obra que gira alrededor de un material sonoro evocador que intenta transmitir la sensación producida al recordar. Juego con la idea de recuerdos que nunca existieron, sesgos en nuestro mecanismo para acceder a la memoria. A nivel técnico, trabajo con un sistema modular que procesa señales de guitarra.
Se trata de una obra compuesta por cuatro partes sonoramente muy diferenciadas que, sin embargo, de alguna manera casi mágica encajan como las caras de un precioso tetraedro platónico. El resultado conjunto, el que nos ofrece nuestra memoria sonora después de haberla escuchado, es el de una obra perfectamente acabada, compleja y coherente. Cada parte de la obra es totalmente diferente a las demás, como si hubieran sido creadas en mundos alejados unos de otros, pero finalmente, de alguna manera misteriosa en la que solo el autor tiene la clave, las partes encajan en nuestra conciencia con una necesariedad contundente.
Sesgos de Memoria is a piece that revolves around an evocative sonic material, aiming to convey the sensation produced by remembering. I play with the idea of memories that never existed, biases in our mechanism for accessing memory. Technically, I work with a modular system that processes guitar signals..
"It`s composed of four sonically distinct parts that, nevertheless, somehow magically fit together like the faces of a beautiful Platonic tetrahedron. The collective result, offered by our sonic memory after listening to it, is that of a perfectly crafted, complex, and coherent piece. Each part of the composition is completely different from the others, as if they were created in separate worlds, yet ultimately, in a mysterious way known only to the author, these parts fit together in our consciousness with compelling necessity.
Frammes (2016)
Conciliando mundos aparentemente alejados, como lo parecen ser la improvisación libre y el disfrute melódico, una sencilla guitarra acústica improvisa solitarios parajes sobre el leve fondo, como el del ruido de una apartada calle olvidada. El violín de Manuel Castilla, el chelo y piano de Antonia Funes y las percusiones de Víctor Sequí se encargan de ese papel con original eficacia. Una pequeña obra maestra de la sencillez, un encuentro improvisado entre cuatro músicos sinceros que ayudará a ralentizar los ritmos vitales del oyente, tan castigados en los últimos tiempos.
Bringing together seemingly distant worlds, such as free improvisation and melodic enjoyment, a simple acoustic guitar improvises solitary landscapes over a gentle backdrop, like the sound of a forgotten secluded street. Manuel Castilla's violin, Antonia Funes' cello and piano, and Víctor Sequí's percussion take on this role with original effectiveness. It is a small masterpiece of simplicity, an improvised encounter among four sincere musicians that helps slow down the listener's vital rhythms, which have been so heavily impacted in recent times.